Con ilusión y expectación esperé a la hora acordada para experimentar mi primer hangout, sin apenas saber como se puede pronunciar tal vocablo.
La tensión inicial se tradujo en decepción, a pesar de lo cuál pudimos reaccionar. Recordé que realmente un evento era un acontecimiento imprevisto y por eso improvisé.
No había tiempo para lamentos e improvisamos un hangout alternativo para recoger a los compañeros que tenían la misma decepción. Nos reunimos tres, poquitos, pero por eso mismo tuvimos mucho tiempo para hablar (42 minutos) y al final sentirnos satisfechos de lo realizado.
Reconozco que los hangouts abren nuevas posibilidades de formación y de realización de proyectos colaborativos. No obstante lo virtual no debe hacernos olvidar lo emocional, lo tangible o lo manipulativo que debe estar presente en todo proceso de aprendizaje. Éramos tres personas de ámbitos sociolaborales muy diferentes que nos presentamos y que comentamos como iban funcionando nuestras comunidades de aprendizaje #eduPLEmooc. También hablamos del nuestros trabajos y de la experiencia de nuestro cursillo con #eduPLEmooc, a la vez que íbamos descubriendo las posibles opciones y funcionalidades de los diferentes iconos que acompañaban el hangout.
No hay comentarios:
Publicar un comentario